Entrevista a Héctor Viveros, el letroso indecente de las letras

Existencias: ¿Cómo se da tu inclusión en el mundo literario?

Héctor Javier Viveros Reyes: Hay inicios extraños y hay inicios claros y lineales. Todo lo cuento en mi autobiografía NO autorizada: Memorias de un letroso indecente (https://www.wattpad.com/1107627110-memorias-de-un-letroso-indecente-parte-1-para), pero no hace daño decirlo otra vez… quien me enseñó que la poesía no era la cosa “ñoña” del recital del día de las madres, fue Lizalde, fue con “El ángel ciego”… Fue cósmico, tan sutil como un balazo a mitad del pecho.

Después fue leer ferozmente, como mandamiento, considerando a la Biblioteca Iberoamericana mi biblioteca particular; después enamorarse a lo estúpido y pensar que un cuento, un poema, una palabra, haría el milagro; después aprender que el milagro no es sólo la palabra precisa, sino que la actitud debe igualar a la palabra; luego, nada, insistir y no rendirse, caer y volver a caer, y caer más todavía…

La literatura se construye para abajo, que no les digan otra cosa.

Existencias: Como todas las historias hay “inicios”, pero obviamente, también debe haber “evoluciones”. ¿Cómo ha venido siendo los tuyos, tus evoluciones en tus roles como escritor?

Héctor Javier Viveros Reyes: Todo se da rodando, se rueda por muchos caminos y las cosas se van pegando, se van quebrando, se van acomodando. Lo peor que se puede hacer es quedarse en un lugar.

Como dice mi personaje/alter ego el Citizen Timex: “para que te pasen cosas de las que no te pasaban, tienes que hacer las cosas que no hacías”.

Transtextualmente, primero cuentista, luego poeta, luego novelista y luego salen cosas impublicables e inclasificables, porque a veces nos escribimos para entendernos, y fallamos hermosamente.

Existencias: Tus procesos creativos, ¿hablan de ti? A como has comentado, escribes y escribes, lees y lees, y en este proceso hay “fallas”, pero, supongo, también aciertos. ¿Esos procesos creativos te ayudan en ese trajín?

Héctor Javier Viveros Reyes: No lo hay… hay vicios, como escribir toda la noche en un café 24 horas; un cigarrito por hora, para desentumir las nalgas; escribir en un bar con promo de tarro infinito, un trago cada poema… hay muchas cosas, pero cada libro es un problema distinto… Los hay que son “artefactos de relojería”, “bombas molotov”, “primeras caricias”, “ultimátums”, “pistoletazos a mitad del rostro”, “árboles tardíos”, “chocolates” o “cianuro”.

Sinceramente, sí tengo una metodología para planear los libros (disponible en mi serie de manuales Lecciones para volar mal aprendidas, volúmenes del I al IV), pero después de eso, que sí controlo, está la caída, y de esa no te salvas.

Existencias: Tengo una frase, no necesariamente mía, para explicarme lo siguiente: Para mí, “activista es aquel que activa lo inactivo”. En esa lógica, ¿eres activista?

Héctor Javier Viveros Reyes: Sí, siempre. Hacen falta más y mejores libros de más y mejores escritores para más y mejores lectores. Eso no se consigue aullando en el desierto. Las palabras importan y hay que pronunciarlas con fuerza y verdad. Busco, encuentro e incito a escritores por mi camino; participo en la educación de algunos. Tengo de geniales amigos a una runfla de truhanes latinoamericanos (https://poeticaesquinaruda.wordpress.com/). Debemos “cacarear cada huevo” y cada éxito y cada glorioso fracaso. Así se construye el mundo, y lo que hay fuera de él, que es más grande y, a veces, más necesario.

Existencias: ¿Qué planes vienen para la inmediatez, mediano y largo plazo?

Héctor Javier Viveros Reyes: Pues bien, en corto, ya están disponibles mis manuales de escritura creativa para que compren su versión electrónica; acabo de fundar una productora para cine, plataformas y redes llamada Imexination.

Estoy escribiendo la siguiente serie de manuales, ahora dedicados a la poesía.

Estoy con 10 libros en el horno, con intención de que estén listos antes de 2024 y ya no puedo decir más, porque la vida es muy extraña y cada plan puede pasar de “A” a “Z” y viceversa según sople el viento.

(André Michel)