Haro Alcaráz, Sergio (2017). Dicotomías. Guadalajara: Edhalca.

Tengo ya un par de años, creo, de conocer al Maestro Sergio Haro Alcaráz, y apenas esta FIL 2019, que me voy enterando que también es escritor y por ello hicimos trueque con su libro Dicotomías. Para empezar el titulo me sedujo, obvio yo un profeta de la dicotomía y me presentan un libro de su homónimo en plural, tenía que leerlo. Luego dijo que se trataba de relatos cortos en realismo mágico, lo cual para ser honesto me hizo predisponerme a mis prejuicios, porque a pesar de que el género me gusta; me parece jugarle a la fácil y a la segura, pero el título seguía susurrando imperativamente que le leyera, por lo que lo convencí de aceptar uno de los míos a cambio y me lo llevé.

Cual va siendo mi sorpresa al empezar a leerlo:

Para empezar, me atrapó a leerlo en una sentada, 7 pequeños cuentitos que me aventé en poco más de una hora, una lectura rápida, amena, entretenida, divertida, profunda…

Su lenguaje y narrativa son fluidos y suaves, enredando al lector desde el primer párrafo en una cotidianeidad rígida que puede o no fluctuar pero que termina llevando al lector por donde quiere, como dije: me hizo leerlo de una sentada, y es así que termina tomándolo por sorpresa al final, como fue el caso del cuento DESPERTAR, que aunque el plot twist pudiera sentirse trillado y cansado muy al estilo de R.L. Stine, aun así ni siquiera lo vi venir y debo confesar que me estremecí cuando cayó de golpe y sentí el trancazo como balde de agua fría.

FUNCIÓN en cambio, fue bastante esotérico y místico, rayando en lo abstracto. PANÓPTICO por el contrario fue casi predecible y esa confirmación del final fue bastante complaciente.

En cuanto a LETRAS quiero pensar que fue semi autobiográfico y si fue una opinión, fue bastante bien realizada al hacerla en forma de cuento de ficción y no exponerla en simple simposio o ponencia, de ahí le robé una frase para mi libreta de frases:

“Entendí la importancia de las palabras y su capacidad de construir mundos y eliminar los absurdos límites que nos imponen educación, sociedad, gobierno y religión. Asumí que cada ser humano es el principio de su universo y que es responsabilidad de cada uno expandirlo tanto como se desee.”

Me hizo recordar porque empecé a escribir en primer lugar.

Y hablando de cómo me llegó a lo profundo desde mi bagaje subjetivo: el cuento SEMPITERNOS fue en definitiva mi favorito, por su cameo que no puedo decir porque arruinaría la sorpresa, estaba queriendo quedarme con más frases de ese cuentito, pero terminaría transcribiendo todos los diálogos como las máximas que son.

Los otros dos cuentos PANACEAS y LA OBRA MÁS GRANDE al igual que todos en este libro, se pueden tomar como ejemplos de cómo se hace un muy buen realismo mágico en cuentos cortos; con narrativa fluida y atrapante, con giro, vueltas y cambios no necesariamente inesperados o meramente sorprendentes, sino que crean un pequeño microcosmos autónomo donde las reglas generales se excluyen y donde él cuento es por sí mismo porque es por sí mismo, razón por la cual creo que el género es bastante fácil y por lo cual es tan difícil que lo hagan bien.

 

(Christopher Carreón)