Epilef ed Susej (2019). Los 200 Mininos mínimos de mi morada. Tomo I. Guadalajara: Bis con Verso Editorial.

Epilef ed Susej asume con su obra una gran responsabilidad en el ámbito literario jalisciense: trabajar la minificción es una tarea intelectual de suma dificultad, pues el texto breve requiere de precisión, intelecto y dominio del lenguaje. Los 200 Mininos mínimos de mi morada es un libro que abre paso a un ambicioso proyecto que pretende brindar un millar de experiencias felinas.

Los mininos son material, protagonistas y voz a la vez, se encuentran en un libro variado, complejo y divertido. 200 minificciones repartidas en seis secciones, en las que el hilo conductor es temático y nos permite encapsular imágenes similares que, al paso de unas cuantas de páginas cambiarán de rumbo. Esa es la estrategia que consigue darle una agilidad placentera a la lectura.

El punto de partida es el génesis donde el escritor se ve centrado en crear un pacto de lectura a través del juego, el ritmo de las pequeñas narraciones crea una sensación de movimiento, cual si viéramos a los gatitos saltar de página en página, como si la esencia de la garra felina se quedara atorada entre las letras. La gracia de la minificción es crear impacto en el lector, y Epilef ed Susej lo consigue al depositar en el gato plena conciencia de que el sujeto está escribiendo sobre él.

Una constante en la obra es el describir con un efecto de zoom las cualidades del gato, en algunos casos hasta trastocar temas futuristas, que de vez en cuando caen en lo escalofriante. El autor es un gran observador de la personalidad felina y reconoce en el gato esa superioridad que sólo quien vive con un micifuz conoce. Tú no eres el dueño del gato, mas el gato sí es dueño de tus atenciones. Sin embargo, Epilef lo lleva a otro nivel, mediante sus narraciones anuncia un futuro poco alentador, donde la frialdad del gato se ve manifiesta, y son ellos quienes tienen el control de todo. Una rebelión felina.

El autor también nos invita a mirar la cara misteriosa del gato, a la vida nocturna que nos orilla hacia la séptima vida, ahí donde la curiosidad por fin mata al gato, y éste, en el trayecto se divierte cazando fantasmas, roedores y a su propia sombra. Esta es la descripción del gato en los tejados, el gato entre las sombras, el gato que muere en busca de su presa, o que sobrevive pero carga consigo a sus fantasmas. Está presente el tema de la muerte que nos acompaña diario, y cabe preguntarse si seguimos hablando de gatos.

El creador de este mágico espacio felino es consciente de la figura constante e incluso cliché del gato junto al escritor, del gato que en su egocentrismo reclama atención y se recuesta sobre el libro de su amo, del gato como inspiración y modelo para el poeta. Este libro es un juego de intercambios, lo absurdo del humano es descrito a través de los felinos, mientras que la vanidad, la curiosidad la belleza de los mininos son cualidades que se trasladan al humano, como una especie de desdoblamiento: “En realidad no era indudable lo que discutían, porque al escritor jamás se le ocurrió semejante cosa. Lo que había imaginado fue la mitad de un gato y la otra, era él mismo.”

Que el amante de los gatos se atreva a cazar esta lectura, que se envuelva en ella como el gato se envuelve entre las hebras de estambre, que salte de página en página como el felino salta en los tejados y luego, con serenidad se acueste a esperar los tomos siguientes. El ámbito literario jalisciense requiere de lecturas así, frescas, creativas, móviles, sin duda, Epilef ed Susej es un autor con jovialidad y propuesta.

 

(Gabriela Natalia Ruedas Ruedas)